Cuando se habla de la vida cotidiana, cuando se habla del presente, es inevitable que uno sienta nostalgia del pasado, de la vida cotidiana pero en el pasado, cuando nosotros eramos niños y la vida era tan pero tan tan tan pero tan diferente.
Porque si, aunque nuestros niños no lo puedan creer, nosotros tambien fuimos niños una vez, nosotros tambien fuimos pequeños que tuvimos padres, pequeños que corriamos por las calles del barrio, alborotando a las ancianas y generando gritos de advertencia de nuestras madres.
¿Se acuerda usted de lo que eran esos gritos en la comunidad de española de Chicago de entonces? ¿Se acuerda a su madre gritando desaforada por una ventana para que usted se portara bien? Si se acuerda es porque usted, como nosotros, vivio una infancia idilica.
¡Que bellas eran esas tardes! ¡Que hermoso era saber que, terminadas las obligaciones, uno podia divertirse sanamente! El broche de esas tardes epicas era siempre el mismo: disfrutar una naranjas valenciana, rica, redonda, bella, jugosa, una naranja que nunca parecia acabarse. Una naranja que nos devolvia el placer de sentirnos vivos y la energia gastada tras tantas horas de juego.
Lamentablemente los niños de hoy no conocen esa epoca, donde uno se divertia sin una computadora, y tampoco saben lo que es terminar un dia lleno de diversiones sintiendo en la boca el sabor de una verdadera naranja porque no las han probado. Por supuesto, existen mercados, mercados que tienen naranjas, naranjas que parecen brillantes y ricas pero, al probarlas, lo que descubre el consumidor es que saben... a nada.
Por esa razon, los jovenes agricultores de naranjas de Valencia decidieron permitirle a la gente comprar sus naranjas valencianas, tan grandes y dulces que son el sueño prohibido de todo niño; naranjas de Valencia similares a las narradas por Bradbury solo que aquellas existian en el papel y estas en la realidad, disfrutable y mordible realidad.
Si usted vive en Chicago (si, Chicago) y quiere comprar naranjas valencianas verdaderas, grandes y jugosas solo ingrese al sitio web de estos jovenes agricultores: http://www.naranjasdelmijares.com

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